IRIDOLOGIA

El estudio de los iris de los ojos nos informa de nuestra constitución (capacidad de respuesta ante la enfermedad), las debilidades y predisposiciones genéticas y nuestras tendencias a enfermar. “Somos tan fuertes como nuestra parte más débil”.

Estos signos son cambios en la coloración, alteraciones del tejido, relieves, surcos, bandas… que se producen en determinadas zonas, que se corresponden a su vez con órganos y sistemas concretos. Estos signos reflejarán todo lo que sea una alteración del tejido a que corresponda; si no hay alteraciones del tejido no habrá variaciones en el estroma del iris.

Es una buena herramienta para orientarnos sobre qué esta pasando en nuestro organismo y qué debemos hacer para recuperar nuestra Salud y Vitalidad. En consulta realizamos una fotografía de ambos iris para posteriormente proyectarla en una gran pantalla y examinar las características individuales junto con la persona interesada.

Hace más de 3000 años de antigüedad existen evidencias arqueológicas del estudio de los signos del iris en relación con los órganos del cuerpo, en culturas como la egipcia, india y china.
A lo largo de la historia se ven referencias de descripciones exhaustivas del iris como Versalius (s. XVI) o Paracelso (s. XV – XVI). Con el descubrimiento del microscopio y desarrollo de la óptica se lograron valoraciones más precisas como la del Dr. Alemán P, Meyers que publicó la considerada primera obra de iridología médica.
Pero es Ignatz Von Peczely, médico húngaro, el fundador de la iridología moderna en 1880. A partir de aquí va evolucionando el estudio del iris hasta llegar a Bernard Jensen al que se atribuye el mérito de esclarecer la correspondencia de muchos puntos de iris y crear una carta, un mapa de la iridología.

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